lunes, 26 de noviembre de 2012

ZAPOTES Y ZAPOTILLAS

Es increíble y asombrosa la inteligencia y el entusiasmo que ponen los mexicanos para entrar y salir de las cárceles en carros de lavandería, en muebles, valijas, barriles, ambulancias, ataúdes, laberintos y hasta en un helicóptero pintado con los colores del Regente de la ciudad que aterriza en el patio de la prisión, etc. Hubo una escapatoria bastante ruidosa y polvorienta que aconteció en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte que permitió que treinta convictos huyeran a los tiros. Cuando se investigó la balacera de la fuga, las autoridades carcelarias comprendieron porqué las visitas de los presos todas las semanas llegaban con abundante cantidad de variadas frutas. Las balas habían estado entrando al penal con las vitaminas de las zapotillas y de los zapotes negros, blancos y amarillos. Desde entonces, a la entrada del reclusorio, un aparato de rayos X los tiene siempre presentes con una nostalgia frutal por colores, sabores y perfumes.

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